El Growth Hacking: definición, técnicas y ejemplos para impulsar tu negocio

En el Growth Hacking es imprescindible tener una buena estrategia, ser creativos y analizar las métricas disponibles

¿Sabes qué tienen en común grandes compañías como Facebook, Dropbox, Instagram o Twitter? Todas ellas han empleado técnicas de Growth Hacking para hacer crecer su negocio en un momento en el que todavía no eran conocidas (ni tenían mucho presupuesto) de manera rápida y con el mínimo gasto posible.  ¡Atento, porque tú también puedes hacerlo si sabes cómo!

Pero, ¿qué es el Growth Hacking?

El Growth Hacking es una disciplina que combina técnicas de marketing con una mejora continua del producto, el aprovechamiento de las redes sociales y la analítica web con el objetivo de lograr el mayor impacto posible con la mínima inversión. Como habrás intuido ya, en el Growth Hacking la estrategia, la creatividad y el análisis de las métricas son fundamentales si se quiere lograr un crecimiento rápido y con poco dinero.

Esta técnica es muy utilizada por startups ya que necesitan empezar cuanto antes a ver resultados y no disponen de un amplio presupuesto. Pero también es totalmente recomendable para aplicar en pequeños negocios, blogs o tiendas online ya que ofrece una mayor visibilidad, más tráfico web y también más ventas.

Las mejores técnicas de Growth Hacking y ejemplos

Conviértete en el mejor Growth Hacker de tu pyme o empresa y dale un empujón a las conversiones aplicando las técnicas que te vamos a contar a continuación.

Venta por tiempo limitado

Una de las técnicas de Growth Hacking más utilizadas es la venta por tiempo limitado. Se trata de una táctica por la que sacas a la venta un producto o servicio con un precio de oferta limitada y, pasado este tiempo, aumentas el coste de adquisición.

Dentro de esta técnica existen otras variantes, como hacer un regalo extra si compras el artículo en un plazo determinado (durante las primeras 24 horas, la primera semana…) o mostrar a los posibles compradores cuántos usuarios más están viendo la oferta.

Esto incentiva a los consumidores a comprar antes de que se acabe el descuento y aumenta la demanda de los productos o servicios.

Un ejemplo claro de la venta por tiempo limitado lo tenemos en empresas como Booking. Si alguna vez has reservado una habitación de hotel a través de esta plataforma, sabrás que está lleno de ofertas especiales y puedes ver el número de personas que están viendo tu misma opción de alojamiento. ¡Growth Hacking en estado puro!

Versiones freemium

Otra estrategia de Growth Hacking es ofrecer un servicio gratuito durante un tiempo determinado. Se trata de una técnica que usan bastantes startups para dar a conocer sus aplicaciones ya que, de lo contrario, no conseguirían hacerse un hueco entre la competencia.

Hoy en día existen miles de ejemplos de versiones freemium. Sin ir más lejos tenemos Netflix, que nos pone la miel en los labios durante un mes. Después, si queremos continuar disfrutando de las series y películas que tienen en catálogo, debemos pagar la suscripción.

Con esto se consigue una mayor visibilidad. El futuro cliente prueba sin compromiso un producto que no conoce, lo valora, comprueba por sí mismo sus beneficios y lo disfruta. Si le gusta, es mucho más probable que acepte pagar por él.

Otra variante de las versiones freemium es tener un modelo gratuito de tu servicio, pero con limitaciones (como hacen Spotify, LinkedIn o Dropbox). Si un usuario quiere ampliar dichos servicios, debe abonar la cuota correspondiente.

Plataformas de terceros para darse a conocer

Cuando te lanzas a un proyecto nuevo es imprescindible que te des a conocer y explores todos los caminos posibles. Esto es algo que los Growth Hackers saben bien y por eso utilizan diversos canales (además de los propios) para llamar la atención sobre sus productos o servicios.

Desde páginas de Facebook hasta foros, webs de compra-venta o incluso plataformas como Youtube, donde puedes explicar en un vídeo en qué consiste tu negocio. El gasto económico es mínimo y los resultados, amplios. Eso sí, en el caso de YouTube recuerda aplicar el posicionamiento SEO para multiplicar tu repercusión.

El efecto sorpresa

Una buena táctica para tener a los clientes satisfechos (y, de paso, conseguir que nos recomienden a sus amigos y familiares) es darles algo sin pedir nada a cambio. Es una estrategia sencilla y muy barata con la que logras más de lo que piensas.

Un regalo sorpresa, un descuento, una llamada de calidad para conocer en detalle su valoración sobre un producto o añadirle un servicio postventa extra son algunos de los ejemplos que lograrán que el consumidor se quede encantado con tu empresa.

R-Cable, la compañía de telefonía móvil, teléfono e Internet, utiliza este tipo de técnicas y realiza periódicamente llamadas de calidad para comprobar que sus usuarios están contentos con el servicio.

Todo esto consigue clientes contentos, fidelizados y tu marca ganará en reputación tan solo con cuidar a tu comunidad.

Los envíos gratis en las e-commerce

Si tienes una tienda online tal vez te interese esta técnica sencilla, pero efectiva. Es más, está comprobado que las empresas que realizan sus envíos de forma gratuita tienen más conversiones que aquellas que no lo hacen.

En Internet hay numerosos ejemplos de e-commerce que ya lo hacen como Zalando, Play.com o Dealextreme.

Si quieres, puedes acotar un poco el servicio gratuito para hacerlo a partir de una cantidad determinada o ajustar los precios para seguir siendo competitivo.

Webinars

Otra opción que hará aumentar tu visibilidad en la red son los webinars. En ellos, ofreces contenido de calidad sobre un determinado tema acorde con el sector al que perteneces, y, a la vez, das a conocer tu proyecto.

Con esto ganas tráfico web y ventas, pero también consigues una base de datos que te servirá para realizar después una buena estrategia de email marketing.

En el mundo del marketing online y en los negocios centrados en la marca personal es muy común este tipo de prácticas. Un ejemplo es Semrush, que realiza webinars todas las semanas para enseñar a sus seguidores aspectos de SEO o SEM.

Para realizar un buen vídeo debes conocer a la perfección qué temas interesan a tu audiencia y promocionarlo adecuadamente a través de los canales que tengas a tu alcance: redes sociales, email marketing, web de la empresa…

 

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